jueves, 1 de octubre de 2009

"Su sonrisa era perfecta:
Su mirada era de ensueño...
Cada silencio que contaba
era la tumba de un momento que
resoplaba en sus cornetes.
No hay cráneo tan duro...
¡sin embargo, como duelen!
sus besos sin sus labios.
No pensaba en peor engaño
y a pesar de ello, ¡era cierto!
me quebraba hasta los huesos.
Era austera y era hermosa;
su sonrisa era perpetua."
R.A.