Amo tus ojos de lenguado degollado...
y sobre todo amo el como me miras.
¡Pero no te pongas frita!
Yo solo quiero pensarte como eres,
un lenguado y morirme de risa.
¡Ay! Yo que odiaba esas espinas...
¡Ahora las llevo hasta en el colon!
Y como es la vida de salada...
hoy me siento vacio por dentro,
y todo por no saber nadar.
Siempre mirando alto, pero oculta entre la arena.
Quizás piense en desenterrarte y recordar que
cuando te miro a los ojos y no veo más
que el reflejo del mundo ovacionan
do
me
Me siento lleno; me siento feliz...
Y nunca más voltear.
R.A.