Hoy caminé bajo el ébano de un parque.
No lloré como antes. Me senté
hasta que me salieron raíces.
Bebí por los pies agua dulce
y crecieron en mis orejas las hojas.
Respirar, desde entonces, es
escuchar al viento besarme.
Ayer caminé bajo el ébano de un parque.
Hoy creo ser un ciprés y, si me ves bien,
mis brazos son ramas en un eterno abrazo.
Y cuando te abrazo, me alimento
y al hablar de ti, en mi boca
crecen tulipanes y crisantemos.
Hablar de ti, desde entonces, es
sembrar un prado con flores.
No lloré como antes. Me senté
hasta que me salieron raíces.
Bebí por los pies agua dulce
y crecieron en mis orejas las hojas.
Respirar, desde entonces, es
escuchar al viento besarme.
Ayer caminé bajo el ébano de un parque.
Hoy creo ser un ciprés y, si me ves bien,
mis brazos son ramas en un eterno abrazo.
Y cuando te abrazo, me alimento
y al hablar de ti, en mi boca
crecen tulipanes y crisantemos.
Hablar de ti, desde entonces, es
sembrar un prado con flores.
R.A.
